Too big to fail - Demasiado grande para caer




¿De dónde venimos?

La estrategia principal de los Bancos Centrales fue evitar el colapso financiero de 2008 para ganar tiempo: Implantar medidas monetarias y reguladoras extraordinarias de emergencia para salvar a los enormes bancos too big to faildemasiado grandes para caer - e iniciar una transferencia sin precedentes de la riqueza de los ahorradores a bancos y Wall Street,  a través de los tipos de interés cero y a través de los créditos canalizados a los mismos jugadores que causaron la crisis. El villano convertido en héroe.

Ver anteriores enlaces:


La dictadura de intereses negativos no es la solución a los problemas económicos globales.
La terrible ironía en la estrategia oficial es que dichas políticas prohíben la curación y garantizan que la próxima crisis financiera será de mayor magnitud que la anterior.




¿Cúal es la solución?

Sólo hay una manera para que cualquier sistema financiero pueda curarse a sí mismo:

Permitir un mercado abierto que ajuste el precio del capital y el crédito,  un binomio que carece de sentido con tipos de interés cero in aeternum . Los balances de la banca siguen a la espera de que la inflación cure sus activos. No sucederá

Cuando los participantes finalmente descubren el pastel - el precio de mercado real de sus activos -  y las garantías - son mucho menores que las valoraciones a las que compraron en anteriores burbujas de crédito, el mercado se deshace del mal crédito y los activos sobrevalorados siguen la ley de la gravedad.

Las empresas con exceso de apalancamiento y débil garantía se declaran insolventes y liquidadas, y los acreedores que ya no pueden pagar sus préstamos se declaran en quiebra y sus activos restantes son  liquidados para pagar a sus acreedores. Ese es el orden natural. No hay ningún otro proceso de curación, pero éste permite a los mercados ser transparentes, abiertos a descubrir el precio del capital, el crédito y el riesgo y dejar que aquellas empresas y particulares que hicieron apuestas apalancadas y que llevaron el sistema a la quiebra sean puestas al descubierto.


¿A qué nos enfrentamos?

Lo que "ganar tiempo" ha hecho es destruir la capacidad de los mercados de fijar el precio del capital, el crédito, los activos, la garantía y el riesgo mediante la eliminación de la capacidad del mercado para generar información de precios precisa, las autoridades centrales del Estado y la Banca se han asegurado de que el sistema no pueda curarse a sí mismo, posiblemente, manteniendo al mismo tiempo incentivos perversos que garantizan que la próxima crisis financiera superará con creces a la anterior.

"Vivimos en una era de fraude. No solo en la banca, sino en el gobierno, educación, religión, alimentación - Durante quince mil años, el fraude y el ser corto de miras nunca han funcionado. Ni una vez. En algún momento te pillan, las cosas van mal. ¿Cuándo demonios hemos olvidado eso? Pensaba que éramos mejores que esto, de verdad." (Mark Baum)





La política oficial de "ganar tiempo" tiene otro defecto perverso: Se mantiene un sector financiero parasitario que se expandió estructuralmente a otros sectores políticos y económicos. Una vez que los beneficios financieros se dispararon  se permitió a los banqueros comprar su protección. de tal forma  que la oscuridad retroalimenta el propio sistema.



¿Hacia dónde vamos?

Por desgracia, no muchos lo pueden ver. La mayor esperanza que tenía en 2008 era que íbamos a entrar en una nueva era de responsabilidad con la caída de Lehman Brothers . En lugar de ello, hemos redoblado esfuerzos en culpar a los demás, y esto es trágico a largo plazo.

Por otro lado, la crisis de 2008 transformó a los grandes bancos en entidades más grandes aún. Y los más importante a mi entender, se dio carta blanca a los Bancos Centrales, un organismo no elegido, que es cada día  más potente y por lo tanto más relevante en la toma de decisiones a nivel mundial.



Una crisis diseñada

Detrás de todo diseño hay un diseñador. Entender esto es clave para encajar cada suceso como una pieza de un esquema mayor. Sin perdernos en el laberinto de los espejos, pero con capacidad analítica propia.

2017 está cada vez más cerca y el reloj avanza a toda velocidad. La simbología es muy descarada en la ceremonia de inauguración del Túnel de Suiza, donde instituciones y representantes políticos asistieron a un evento que tenía de todo menos tintes artísticos.



Estamos en la era de la distracción, una fiesta desenfrenada y la resaca es inevitable. La factura es elevada y me temo que la pagarán los de siempre: Los ciudadanos


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